Cuento De Día de muertos
Flora y el día de muertos.
En la ciudad de Rio blanco Veracruz corría el año 1925 y ese día era el día que se le pone la ofrenda en México a los fieles difuntos, así que en la casa de la familia Díaz Castro era día de hacer mole, arroz, pollo, dulce, hojaldras, chocolate en fin tantas cosas que por creencia se le pone a nuestros difuntos por que según lo que la gente piensa ese día vienen a comer junto con toda la familia esa creencia a los mexicanos nos hace tener la esperanza en una vida futura, aun después de la muerte, la familia tenia una niña pequeña de apenas unos 4 o 5 años de edad, llamada Flora ella andaba muy curiosa y le preguntaba a la señora Elodia que era su mama.
-Mama dime una cosa, ¿Porqué pones todo eso en la mesa?
A lo que su madre le contestaba al mismo tiempo que arreglaba la mesa.
-Hija este día, nos vienen a visitar familiares muy queridos, y tenemos que atenderlos bien ya que el día, que nosotros vayamos, nos recibirán como reyes.
Flora con un poco de duda en su mente se alejo, pero al irse logro agarrar un dulce de la mesa que con tanto esmero la señora Elodia, arreglaba, la había armado con burritos de madera y con grandes tablas ya que su fe en que sus difuntos regresaban era muy grande y ponía grandes banquetes para sus difuntos. No se dio cuenta cuando Flora hizo la maldad de tomar lo que ella estaba poniendo así que siguió en su tarea de poner veladoras y todo lo que tradicionalmente se pone en una ofrenda, Flora salió del lugar ya que su mama la mando a jugar, para que no estorbara y se fuera a quemar. Flora con su incredulidad salió del lugar y se fue a jugar a su patio con su perro llamado Lampo, el perrito al ver a su dueña se puso feliz y la fue a ver para que jugara con el. Pero Flora se sentó y le comenzó a platicar.
- Tu crees Lampo que mi mamá dice que vamos a tener visita pero es muy temprano y ya puso una gran mesa, me traje un dulce pero todo lo que esta poniendo mi mama se ve delicioso.
Lampo la veía y termino recostado junto a ella, que lo acariciaba y de momento pensó.
-Si le quito otros dulces a mi mama, no creo que se de cuenta, por que puso muchos dulces y velas desde hace días y desde entonces me dijo que iban a venir mis hermanitos, pero yo no los conozco.
Pensando en hacer diabluras, salió corriendo y le pregunto a su mama.
-Mamita mis hermanitos no vinieron cuando me dijiste, y ahorita dices que va a venir la familia mi abuela y mi abuelo pero no los conozco, ¿Ellos van a traer a mis hermanitos?
Pregunta que contesto doña Elodia, con mucha ternura.
-No hija tus hermanitos vinieron ayer hoy todavía por ahí andan, pero no les puedes ver y tus abuelos y tíos vienen hoy bueno si dios les da permiso a lo mejor se quedan con los abuelos y tíos y mañana se van con ellos.
Flora volvió a preguntar ya que se le había antojado todo lo que era dulce y que su madre había puesto en la mesa.
-¿Porqué no los veo? y ¿A qué horas vienen?
Doña Elodia le contesto con ternura, pero un poco molesta ya que tenia mucho trabajo.
-Hija tu no los puedes ver por que ya están con dios y este día les dan permiso de venir para que su familia les ponga todo lo que les gusta, tus hermanitos vinieron ayer a las doce del día y hoy se van a la misma hora bueno casi cuando la fabrica Silva a esa hora también llega la demás familia. Pero vete al patio no te vayas a quemar ni toques nada por que se enojan.
Flora se volvió a ir y pasando se llevo otro dulce y un pan para lampo y se puso a platicar con el.
-Ya vez lampo dice mi mama, que vienen cuando suena la fabrica y que no los puedo ver por que ya están con dios, mira lo que te traje un pan esta rico come lampo.
Se lo dio pero lampo no lo toco solo lo veía y como queriendo responder su pregunta, veía para todos lados demostrando inquietud. Flora sin obedecer lo que su mama le había dicho volvió a entrar a la casa cuidándose de que su mama, no la viera para poder sacar mas dulces y una pieza de pollo que le llevaba a lampo, al salir vio unos niños que jugaban con lampo, le gritaban y a lampo ya se le había pasado la inquietud, así que jugaba con ellos, y corría, una niña que iba con un vestido blanco y de coletas, se le acerco y le hablo.
-¡Hola! soy Matilde ¿Eres Flora?
Flora le contesto enojada ya que estaba cerrada la puerta de su patio.
-¡Si! soy Flora, pero mi mama se va a enojar por que están en el patio jugando con el lampo. Matilde le contesto.
-No se enoja, ella sabe que estamos aquí y esta contenta por ello, mira el es Juan y el Adán, son mis hermanos.
Flora estaba muy confundida ya que Matilde y sus hermanos se veían de la misma edad de ella y decía que doña Elodia sabía que estaban ahí así que ya no se enojo y se puso a jugar con ellos pero Matilde vio que Flora llevaba cosas de la mesa y le dijo.
-No hagas eso se pueden enojar.
Flora le contesto
-No lo creo ya que mi mama esta ocupada y los invitados todavía no llegan
Y Matilde le dijo
-Si pero los que van a venir se pueden enojar ya que es para ellos la comida.
Flora no hiso caso así que volvió a entrar a escondidas y su mamá que estaba en la cocina, no le hizo caso y ahora solo saco dulces lampo seguía jugando con los niños, la comida que le había llevado no se la quería comer y solo jugaba con los niños.
Flora les dijo.
-¿No quieren? Matilde, Juan y Adán dijeron todos juntos que ya habían comido pero que le iban a agarrar un dulce, y siguieron jugando.
Flora les dijo.
-Que raro el dulce sabe muy simple, los dulces que apenas puso saben sabrosos, estos me los traje de la mesa que mi mama puso ayer.
Así que los tiro y olvidándolos, se puso a jugar con los niños, que ya no la dejaron ir a traer nada de la mesa su mama seguía atareada y vio por la ventana como Flora y lampo jugaban.
Sonrió tranquila y volvió a lo que estaba haciendo sin preocuparse de nada ya que la niña estaba con lampo y no tenia peligro de que le pasara nada.
Flora de momento quiso ir por dulces así que le dijo a los niños.
-Ahorita vengo voy por dulces de los que puso mi mama apenas para que vean que están sabrosos.
A lo que Matilde le contesto. -No lo hagas ya nos vamos y mejor será que no vayas te vayan a regañar, bueno adiós nos tenemos que ir.
Los niños se agarraron de la mano y salieron diciéndole adiós con la mano ella también les dijo adiós así que al ver que se iban quiso ir por mas dulces cuando de pronto oyó la fabrica que silbaba pero como no había visto a nadie, pensó que su mama la había engañado. Así que se dirigió a donde estaba la mesa y escucho cuando lampo empezó a aullar no volvió seguía queriendo dulces así que fue a la mesa pero cuando llego vio mucha gente, y todos rezaban así que se quedo parada ya su mama había terminado de poner la mesa, ella quiso robar otros dulces y cuando lo hizo sabia que nadie la veía pero todos voltearon y la vieron diciéndole.
-Así que tu eres la que se esta llevando, todo mira que solo venimos una vez al año y te estas comiendo nuestra comida. Flora no contesto se espanto, quiso correr hacia donde estaba su mama mas no la dejaron la atajaron y cada uno de los ahí presentes, pasaron a darle una nalgada y una bofetada.
Flora se quedo sin habla no podía llamar a su mama solo veía y le brotaban lagrimas cuando la dejaron corrió con su mama y le dijo.
-Mama ya llegaron y me pegaron.
Su mama le vio las mejillas rojas y corrió a ver quien le había pegado a su niña, no había nadie, Flora vio una foto que estaba sobre la ofrenda y le dijo a su mama.
-Esos son los que me pegaron y solo por que me lleve unos dulces.
Su mama la consoló y al mismo tiempo la reprendió.
-No debes tomar lo que no es para ti eso era para ellos así que pídeles perdón y rézales para que no estén enojados contigo.
Flora lo hizo, su mama le explico que a los que había visto ya estaban muertos y lo que era la muerte.
De pronto Flora recordó tenia nuevos amiguitos y se lo comento a su mama.
-Mami ¿De dónde eran los niños que vinieron? ellos me dijeron que no tomara nada pero seme habían antojado los dulces.
Y su mama le pregunto.
-¿Quienes hija?
A o que Flora contesto.
-Matilde, Juan y Adán.
A la señora Elodia se le escurrieron unas lágrimas y le contesto.
-Tus hermanitos que también murieron, te vinieron a cuidar pero no les hiciste caso.
Doña Elodia sabia que Flora había tenido un encuentro de ultratumba pero que a la vez había sido maravilloso ya que había visto a sus hermanitos y a su familia y Flora siempre a creído en ellos y hasta la fecha los procura para ella el día de los fieles difuntos es un día de fiesta dedicado a sus difuntos sabiendo que vienen y que disfrutan de todo lo que les pone.
Autor: Akire Oremor